lunes, 18 de mayo de 2020


PRIMERO LA VIDA, SÍ, PERO ¡NO ASÍ!

Generalizada y evidentes son las observaciones al gobierno por la compra de ventiladores o respiradores que, supuestamente, estaban destinadas a las Unidades de Terapia Intensiva (UTI). Calificativos de ineptitud, negligencia, irresponsabilidad e indicios de corrupción son los envuelven la compra de los famosos respiradores. Incluimos criterios que nos ayuden en el análisis y evaluación de la magnitud de las observaciones en la compra de respiradores que estaban destinados, inicialmente, para terapia intensiva.

¿A QUÉ SE LLAMA UNIDAD DE TERAPIA INTENSIVA?

La mayoría de los centros hospitalarios tienen unidades de terapia intensiva conocidas como UTI, y tienen el objetivo de mantener con vida (soporte vital) a personas en estado crítico en su salud.

La atención en terapia intensiva mantiene o monitorea alguna función vital, como la respiración. Pacientes que han sufrido infarto cardíaco, postoperatorio de cirugías complejas (oncológica, cerebral, abdominal, ortopédica, etc.), personas en estado de coma, politraumatismos, daño neurológico extenso, y otras consideradas graves.

Los pacientes están con anestesia y conectados a equipos especiales de ventilación mecánica, monitores cardíacos y presión venosa central, bombas de inyección de medicamentos y nutrientes, entre otros. Está a cargo de profesionales de la salud altamente especializado: médicos intensivistas, anestesiólogos o internistas en medicina crítica, y personal de enfermería. El personal realiza turnos de atención durante 24 horas.

¿QUÉ ES EL RESUCITADOR MANUAL TIPO AMBU?

Es un instrumento médico que da aire manualmente a pacientes con problemas de respiración o paro cardiopulmonar. La palabra AMBU es una sigla que viene de las palabras en inglés Airway Mask Bag Unit que podría traducirse como unidad de bolsa de reanimación o respirador manual.

El respirador manual se conecta directamente mediante una mascarilla o mediante un tubo endotraqueal con las vías aéreas (parte superior del aparato respiratorio) de la persona, suministrando oxígeno. La imagen muestra la forma del respirador manual y el modo de aplicación. Puede diferir en su diseño dependiendo la fábrica, la procedencia y el precio. En nuestro país[1] la oferta varía entre Bs.147 y Bs.306.

En la declaración del Ministro de Salud, entrevista en la red Unitel, admitió que los respiradores son de emergencia y mantiene al paciente durante su transporte hasta que sea conectado a un ventilador convencional de terapia intensiva.

De la búsqueda de ventiladores o respiradores automáticos portátiles[2] tipo AMBU con diseño para el cuidado de ventilación de emergencia en ambulancias, hospitales, centros médicos o cualquier servicio de urgente de rescate, existe una variedad  de respiradores que difieren en  el diseño, fabrica y procedencia, cuyos precios varían entre $us.6.680 y $us.8.000. Las imágenes son de algunos productos de ventiladores de emergencia. Pero, no son para la Unidad de Terapia Intensiva (UTI).

El respirador adquirido por el gobierno es RESPIRA GPA INNOVA[3], producto fabricado en España. Básicamente es un prototipo de ventilación invasiva, que automatiza los respiradores manuales tipo AMBU. Controla los parámetros necesarios para atender la respiración humana e incorpora un sistema de alertas.

El Ministerio de Salud, el pasado domingo 17 de mayo, comunicó que el costo de cada respirador fue de $us 27.683.


VENTILADORES O RESPIRADORES PARA UNIDADES DE TERAPIA INTENSIVA (UTI)
Como se vio anteriormente, la unidad de terapia intensiva ayuda a mantener con vida a los sistemas orgánicos de los pacientes críticos que demandan supervisión y monitoreo permanente e intensivo.

Por tanto, los respiradores o ventiladores de terapia intensiva son máquinas que funcionan y están controladas a través de un microprocesador electromagnético o neumático y proporciona gas de respiración enriquecido con oxígeno. Su uso es para casos graves que necesitan intubación a través de la tráquea, lo cual impide hablar y dificulta la comunicación del paciente.

De ahí que los respiradores para las unidades de terapia intensiva son más complejos y tienen características distintas, por ello, los precios son elevados y difieren de acuerdo al diseño, la fábrica y origen. El costo fluctúa entre $us 30.000 y $us 35.000.

LAS DUDAS CRECEN SOBRE LA COMPRA DE VENTILADORES O RESPIRADORES

Mohammed Mostajo-Radji[4] Embajador de Ciencia, Tecnología e Innovación, y novio de la hija de Jeanine Añez, el 1 de abril declaró que el gobierno adquirió 500 respiradores para enfrentar el Coronavirus, “Lo más difícil ha sido encontrar 500 ventiladores que no solamente cumplan todos los requisitos de la Organización Mundial de la Salud, sino también que funcionen en altura, dada la geografía de nuestro país”, y que los mismos llegarían las próximas semanas para su distribución en todo el país.

El entonces Ministro de Salud, Aníbal Cruz, en su mensaje diario ratificaba que había autorizado la compra de estos equipos, además de instruir la capacitación de personal para la atención, y que el hospital de segundo nivel de La Portada, en la ciudad de La Paz, recibiría respiradores y unidades de terapia intensiva.

Las observaciones y dudas sobre la compra de los ventiladores de emergencia crecen, y conducirán a mayores problemas en el futuro inmediato.


  •           Se repite la práctica cuestionada en la gestión pública, que familiares de altas autoridades ocupen cargos importantes. La población reprochó a los gobiernos de los pactos políticos porque no tenían ningún reparo en nombrar a familiares en puestos relevantes, los cuales a la larga se vieron envueltos en manejos cuestionados de recursos. Éste fue el principio del fin de la “partidocracia” que concluyó el 2005.
  •                     El actual Embajador de Ciencia, Tecnología e Innovación, Mohammed Mostajo-Radji, además de novio de la hija de la presidente Jeanine Añez, es uno de los principales encargados de la compra de los respiradores observados. Carolina Ribera Añez, hija de la presidente, desempeña funciones de Representante en la Unidad de Apoyo de Gestión Social de la Presidencia.  
  •                     Los 170 respiradores de emergencia llegaron el miércoles 13 de mayo, después de 43 días del anuncio de la compra realizado el 1 de abril. El tiempo transcurrido y el estado de avance de la pandemia, suponía que los respiradores de terapia intensiva tenían urgencia. Al parecer para el Ministerio de Salud no son urgentes, pues informó que los respiradores comprados no son para terapia intensiva, entonces, ¿hay otro proceso de compra de 500 respiradores para terapia intensiva?, ¿estarán en el tiempo oportuno éstos respiradores de terapia intensiva?, y ¿es verdad que el gobierno prioriza la vida?   
  •         El ministro Marcelo Navajas, reconoció que los respiradores comprados permitirán atender casos de emergencia, permitiendo ayudar a los pacientes hasta que sean asistidos por los equipos convencionales de terapia intensiva, que todavía no tienen los respiradores adecuados. Los pacientes graves esperarán a riesgo de su vida.
  •                El Directorio de la Sociedad Boliviana de Medicina Crítica y Terapia Intensiva[5] a través de  Comunicado a la Opinión Pública el día sábado 16 de mayo, declaró que los respiradores que compró el gobierno no son aptos para pacientes críticos COVID-19. Así mismo, el ex presidente de la Sociedad de Intensivistas, Freddy Sandy, coincidió al afirmar que ésos equipos dan oxígeno por corto tiempo, “es decir, que no podrían ser utilizados en Unidades de Terapia Intensiva”.
  •                     La presidenta Jeanine Áñez en la entrega de respiradores en la ciudad de Santa Cruz, señaló que “Tenemos las unidades de terapia intensiva, que las otorgaremos en la medida de las necesidades de cada municipios”. Además, informó que se habrían adquirido unos 600 equipos de respiradores (¿no es que eran 500?), y el ministro Navajas complementó, que en una semana llegarían procedentes de China los respiradores convencionales para terapia intensiva. Supone entonces que, ¿el país contará con 500 ventiladores convencionales en una semana? El tiempo corre, y la mirada de la población estará atenta a la llegada de los respiradores.
  •                  La observación crece con la declaración del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), al señalar que financió la compra y el traslado desde España de los 170 ventiladores para pacientes con Covid-19 en estado crítico (¿?). El BID destinó $us 82 millones para atender el Coronavirus, de los cuales $us 5 millones fueron para la compra de los 170 respiradores. El precio de cada respirador de emergencia es $us 27.683, es decir que no se gastó todo el financiamiento (deuda) del BID y habría un saldo de al menos $us 293.000, sobre el cual urge la presentación de informe documentado. Instancias como la Asamblea Legislativa Plurinacional y el Ministerio Público están obligados en pedir de inmediato los informes detallados.
  •               Pero la duda crece y continúa. Si los $us 5 millones del BID fueron utilizados para la compra de respiradores de emergencia y no para los de terapia intensiva, concluimos entonces que el BID ¿financiará la compra de respiradores para terapia intensiva?, si fuese así, los respiradores de terapia intensiva tienen un costo entre $us 30.000 a $us 35 000. El BID ¿otorgará otro financiamiento para la compra de 500 respiradores de terapia intensiva? El costo aproximado de los 500 respiradores es alrededor de $us 30 millones, ¿los $us 30 millones serán en calidad de deuda o donación del BID?
  •         Muchas autoridades de gobierno en la intención de evitar el cerco de dudas de transparencia sobre el manejo de recursos efectuaron declaraciones en el sentido que la cooperación internacional es la encarga de todas las compras. Significa que, ¿el personal del gobierno no es trasparente, y si lo es el de la cooperación internacional?, ¿el sistema de compras estatales (SICOES[6]) no es rápido y transparente?, ¿cómo se explica la compra observada de diesel hecha por YPFB, que fue rápida y directa a través del SICOES? Finalmente, el hecho que las compras sean realizadas por la cooperación internacional, no exime que el gobierno y la cooperación realicen una rendición pública en el manejo de los recursos.


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